doscientas cuarenta y tres vueltas en los pasillos de mi mente...
seis puertas que me llevan a ti, una grande que me lleva al recuerdo, un pasillo largo de confusiones, una bodega con mil decisiones, un antejardín que se empieza a ver muy mal, una rotura en la ventana que muestra lo interior, una despensa con besos de amor, un florero sin flores, los cuadros de arte con mucha tierra, las alfombras sin lavar, la sala de juegos con muchos restos de cigarrillos, la cocina olor a soledad, las paredes color naranja, los teléfonos descolgados, los cuchillos insertados en las paredes, la cama caliente, una ducha con sales de ansiedad, una radio que a ratos suena con Chopin, los libros románticos debajo de las cajas de relojes y puntualidades, no hay fotos, algunos vhs, tres calzones y un sostén, una taza de café junto al velador, un lápiz y una hoja en blanco en la mesa, un sillón viejo, las lagrimas y yo.
seis puertas que me llevan a ti, una grande que me lleva al recuerdo, un pasillo largo de confusiones, una bodega con mil decisiones, un antejardín que se empieza a ver muy mal, una rotura en la ventana que muestra lo interior, una despensa con besos de amor, un florero sin flores, los cuadros de arte con mucha tierra, las alfombras sin lavar, la sala de juegos con muchos restos de cigarrillos, la cocina olor a soledad, las paredes color naranja, los teléfonos descolgados, los cuchillos insertados en las paredes, la cama caliente, una ducha con sales de ansiedad, una radio que a ratos suena con Chopin, los libros románticos debajo de las cajas de relojes y puntualidades, no hay fotos, algunos vhs, tres calzones y un sostén, una taza de café junto al velador, un lápiz y una hoja en blanco en la mesa, un sillón viejo, las lagrimas y yo.