Dulce siniestra
A veces soy así,
a veces estoy para ti.
En ocasiones me vuelvo aquel,
comprometido y ansioso,
la luz, la puerta y el mar.
Soy ése que añoraste para amar,
para llorarlo de no saber cuánto más.
A veces, porque en otras,
me pierdo en la más lúgubre e inacabable
soledad dulce y siniestra.
Pues entonces soy el tirano,
inubicable ser, dormido, anestesiado,
abstraído.
Pues entonces, he aquí tu desconocido.
No sufras,
que no estoy aquí.
No llores,
que de lo más distante te veo venir.
Sueña y desaparece,
no seas de hoy, se de siempre.
***