Tengo tristeza, mi corazón esta de rodillas llorando sin entender… mi cabeza cuestionando todo… mis defensas con trabajo extra para no sucumbir ante este desgano, mi autoestima extinta, mis metas hoy son poder levantarme de la cama… miro y lloro, pienso y lloro, camino y lloro… y literalmente también lloro. Y es que todo es tan distinto sin ti, contigo comenzó todo en mi vida. Ya ni los sueños los disfruto porque ahora son tristes todo es triste, los días de frío, los días de nubes, los días de viento, los días de invierno, mi árbol ya comienza a prepararse para la primavera y yo aquí, sin ti, perdido en un mar de preguntas eternamente sin respuestas… ¿Sabes? Ni siquiera tengo la vehemencia en escribir para relatar lo que siento... como me gustaría poder escribir por qué las lagrimas que afloran sin un sentido desde mis ojos, cómo explicar que no se quien sufre más: yo o mi inconsciente, despierten a Freud para preguntárselo, despierten a Mistral para hablar de desamor, despierten a Neruda para decirle que si la amo, díganle a Benedetti que tengo una tristeza tan concurrida que puedo ordenarla y formar el rostro de de vos, díganle a Girondo que yo supe volar con ella, aunque diga que la ensuciaba…. Díganle a Violeta que jamás ella mando una carta explicando, no, ni siquiera por mandarla no mas, díganle a Cortázar que no hablamos tres minutos sino que nos mandamos tres mensajes de texto y díganle a Borges que así fue la despedida.