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Nombre: Una felicidad inesperada me visita
Ubicación: Chile

2/08/2007


Corazón calmo

Caridad, conformismo, culpa y conciencia, tengo el corazón calmo, sin apuros ni estancado, sin frío ni calor, tengo un corazón que ama, también que desea… batallas de una vida simple. busco en la calle la mirada, la actitud, el comentario asertivo, la respuesta perfecta, la imperfección. Las señoritas lindas, la hermosura del corazón, las lagrimas ajenas y las propias secas, (el verano supongo), los dedos perdidos, el arte extraviado, la sonrisa difícil, el buen animo alquilado, el dinero faltante, la obra en veremos..
Dios es el deseo, vida, una utopía, el descanso por montones, la carrera motiva, la educación atrae, las nuevas funciones simpatizan, el trato directo se extraña, el artista… no lo sé.

2 Comentarios:

Blogger la mina hueca y pesa' dijo...

veamos si entendí bien......
hermano usted es.. por esencia un "artista"... y tal vez pueda dejar de extrañarse un poco..... tal vez hasta.. dejar de quererse... porque.... el "artistismo" no funciona.... pero... NUNCA..... nunca podrá perderse....
cuídese.... y... todavía podemos conversarnos muuuuuchas cervezas...... bye

lunes, 12 febrero, 2007  
Anonymous Anónimo dijo...

Los libros contaron los asesinatos de los sabios y descubrimos…
Que la vida se esfumaba lentamente, donde yo podría morir y sentir como la daga me besaba todo el cuerpo, con su filo incendiado de ira.
Tu lo sabias, ¿no es cierto? Tu sabias que la verdad no la podrías encontrar en un árbol plantado con mentiras. Por favor tráeme eso que yo he buscado, para qué mañana puede sonreír lentamente en mi agonía.

Lo escuchas y que puedes decir… ¡Fuma! ¡Fuma!
Veras como todo avanza rápidamente con lentitud.
Veras como nos enfermamos de dolor y que las infecciones salen como lagrimas y que las bebemos como alcohólicos.
Escúchalo, solo escúchalo, y podrás gritar hasta que la voz no exista.
Lo vas sintiendo, con sus harapos de humillación, tú sabes a quien estas escuchando.
Lo sientes, sabes de que estoy hablando, agitando mis manos, y mordiendo mis labios, para simplemente llegar a este punto: “Cuando ya me empiece a quedar solo”

miércoles, 14 febrero, 2007  

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