Domingo despertó asustado, creyó que Amanda estaba a su lado mas no era así. Hace años ella lo había abandonado por su mala costumbre de no sonreír, él imitó el accionar de los animales, como por ejemplo su perro, en no complicar más las cosas y dedicarse a gastar en lo que considerara más inútil lo que le quedaba de vida. Nunca pensó en suicidio, nunca pensó en gozar la vida… es como a quien le sobran unos minutos antes de ir a ver a su novia a la salida del trabajo y los deshace en un par de vueltas por ahí….. Quiso beber agua mas no la había… quiso mirar estrellas mas llovía… decidió rezongar un poco y sentarse en aquella piedra junto a Aurelio su perro.